EUROPA
PRESS
3 mayo
2019
Identifican
un nuevo mecanismo que puede ayudar a la formación de vasos sanguíneos
Un equipo de investigadores del Centro
Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha encontrado un mecanismo
celular y molecular que puede ayudar a inducir una angiogénesis
(formación de vasos sanguíneos) productiva y sostenible en los tejidos que han
experimentado una reducción del riego sanguíneo, denominados isquémicos.
Hasta ahora, los tratamientos dirigidos a la regeneración
tisular basados en la administración de factores de crecimiento vascular no han
logrado inducir una angiogénesis efectiva. Los
resultados, que se han publicado en la revista 'Nature
Communications', sugieren que este nuevo mecanismo identificado debe
considerarse para lograr una modulación terapéutica óptima de la angiogénesis en situaciones de enfermedad cardiovascular.
Los investigadores de este nuevo trabajo explican que
durante las últimas dos décadas se han identificado numerosos mecanismos
moleculares pro y anti angiogénicos
que deben estar correctamente equilibrados para lograr el desarrollo adecuado
de los vasos sanguíneos en cualquier tejido. Los factores de crecimiento
endotelial vascular (VEGF), secretados por tejidos isquémicos o hipóxicos, promueven la angiogénesis
al inducir la proliferación y migración vascular.
Investigaciones anteriores realizadas por este mismo grupo,
dirigido por Rui Benedito, demostraron que las
células de los vasos sanguíneos se resisten y se oponen a estas señales mitogénicas externas a través de un mecanismo de
señalización intercelular receptor-ligando llamado Notch.
"La opinión actual es que un aumento en la
concentración de VEGF, o una disminución en la señalización de Notch vascular, incrementa tanto la proliferación vascular
como el crecimiento. Esto ha llevado al desarrollo y uso de compuestos
farmacológicos que promueven la vía de señalización de VEGF o bloquean la
función de los inhibidores de la angiogénesis
natural, como la vía de señalización de Notch, para
inducir la estimulación mitogénica y la angiogénesis en entornos de enfermedad
cardiovascular", detallan.
Sin embargo, gracias a sofisticados modelos de ratones de
mosaico genético y herramientas de imagen celular, el grupo dirigido por Rui Benedito descubrió que el efecto de estos compuestos
farmacológicos varía con el tiempo y en el contexto vascular de la angiogénesis. Los resultados indican que la alta
estimulación mitogénica inducida por VEGF (o
inhibición de Notch), detiene la proliferación de
vasos angiogénicos, mientras que al mismo tiempo
induce la proliferación de vasos más maduros, que son menos relevantes para una
angiogénesis efectiva en el contexto de la
enfermedad.
"La detención observada en la angiogénesis
se debe a la existencia de una dosis-respuesta en forma de campana para la
estimulación mitogénica. A altos niveles de
estimulación mitogénica, las células endoteliales migran y ramifican, pero no proliferan, lo que
en última instancia afecta el desarrollo sostenible de los vasos sanguíneos y
al crecimiento o la regeneración de los tejidos circundantes", aclara Benedito.
Además, el nuevo mecanismo identificado también podría
explicar el fracaso de algunos ensayos clínicos que buscan aumentar la angiogénesis en corazones isquémicos después de un infarto
de miocardio. Benedito añade que los resultados
"aumentan significativamente la comprensión de la biología de los vasos
sanguíneos y permitirán idear mejores estrategias terapéuticas para inducir una
angiogénesis efectiva en tejidos dañados o isquémicos".